Marzo 20, 2021
Se casó mi compadre y yo me convertí en su comadre... "La comadre del compadre"
Una tarde de domingo, en 2017, me invitaron a un sitio nuevo en La California (Chepe, obvio, no USA), subí en ascensor al noveno piso de un edificio frente al que muchas veces pasé. Tan pronto puse un pie fuera del ascensor quedé encantada por la vista, nuestro pequeño y lleno de techos herrumbrados San José en toda su extensión, el atardecer precioso sobre las montañas, la escultura de un ángel con audífonos y de fondo house music.
La vista solo mejoró cuando crucé frente a la barra y me topé con la mirada de este hombre, OMG!, que mientras secaba una copa, seguía cada paso que yo daba, sé que me seguía porque yo tampoco podía dejar de verlo...
-¡Buenas tardes, bienvenida!
-¡Siiiii, a todo siiiii y yaaa!!! -claro, eso lo pensé, no lo dije, contesté con un modesto, y con toda seguridad ruborizado ¡Gracias!
-¿Crees en el amor a primera vista?, preguntó ahí mismo, con un vago acento colombiano, sin previo aviso, sin un ahí te voy.
Para ese momento mi sonrisa de sorpresa, emoción, impulso contenido, boba idiotizada era tal que juro me dolían las mejillas, me temblaban las rodillas un poquito, jalé una silla y me senté en la barra, porque qué se hace en esas ocasiones si no seguir el instinto, aun sabiendo que quien te invitó te está viendo y no puede venir a saludarte porque es quien está poniendo aquel house music que suena de fondo...
Así conocí a Camilo, mi esposo, el lugar era suyo, se llamaba Stereo Sushi. Esta historia por supuesto tiene mil y una aventuras que poco a poco contaré, la más reciente crece en mi vientre, grande y fuerte!, pero hoy no va por ahí el cuento.
Minutos después de saludos alegres con otros asistentes y de intercambiar miradas y sonrisas a ratos hacia la barra, a ratos al booth del dj, apareció en escena lo que yo solo puedo describir como un huracán arrollador y encantador, Juancito, no habíamos cruzado más de 3 líneas cuando estábamos muertos de risa, como si nos conociéramos de toda la vida, esas conexiones que realmente no podés explicar.
¡Qué tarde aquella! ¡Y qué días, meses y años los que siguieron!
Juancito y yo nos hicimos muy amigos, pero yo siempre en un "mood" escurridizo (estaba saliendo con alguien, si, el del house), por eso Camilo y yo seguimos coqueteando por meses sin llegar a nada (además, Camilo estaba en una relación seria), hasta que una noche Juancito entretuvo en el patio de Antik a aquel chico del house, solo para que Camilo me alcanzara y me robara el primer beso en una de las columnas del sótano cuando yo iba "al baño"... como wilas colegiales, básicamente.
Ahí inició un viaje hermoso, con amigos que amo, adoro, son lo máximo, LOS NOCHEROS, un grupito divino, multicultural (argentinos Ro, Andrés y Dieguito, colombiano Camilo, ticos Juancito y yo), todos "politox" (gracias Carmonita nochero asociado por el término). Hemos sido amigos por años ya, Dieguito se nos hizo famoso y se "desnocheró del grupo" (igual te amamos ché! sos un fenómeno/figura pública), los demás seguimos muy unidos.
*Nocheros
Rocío y Andrés vivían en Nosara, pero por aquel tiempo se habían venido a Chepe y tenían el MicroBar, un lugar lindísimo en la planta baja del mismo edificio de Stereo Sushi, ya podrás imaginarte el "encarretamiento eterno", del 1º al 9º piso y visceversa todas las noches.
Pasó el tiempo, pasaron muchas cosas, muchas fiestas, mucho vacilón, luego Ro y Andresito volvieron a Nosara. Cerró MicroBar Chepe, Camilo vendió Stereo Sushi y me pidió que nos casáramos, no puedo explicar lo que esto fue para mí, la que nunca había creído en esa "institución" (el matrimonio), por supuesto dije SI, sin pensarlo y quién iba a ser nuestro "testigo" de bodas si no el mismísimo Juancito, testigo fiel de todo y principal precursor, por no decir "culpable" de nuestra unión, el compadre.
Por eso, tiempo después cuando Juancito me dijo que también se iba para Nosara me partió un poquito el corazón. Por suerte vivimos en esta época y la tecnología nos permite vernos seguido, siempre de fiesta, hasta que un buen día ya no estaba solo Juancito, nos presentó a Estu, un tipazo, súper agradable, divertido y con un retorcido sentido del humor muy acorde a todos nosotros, lo presentó como novio y yo casi infarto, mi amigo tampoco creía en la "institución" del noviazgo y ahí estaba, ennoviado en media pandemia. Yo juré que era una cosa pasajera, hasta que a finales de enero me llegó la invitación a su boda...
¡JUANCITO Y ESTU SE CASARON EN HACIENDA BARRIGONA EL 20 DE MARZO, 2021!
No sé si ubicás pero Hacienda Barrigona era propiedad de Mel Gibson, allá estuvo hospedada la Britney Spears (ya entrada en sus trastornos de personalidad y custodia legal #FREEBRITNEY)
Ahí se casaron mis amigos, se casó mi compadre y por supuesto, yo fui su "testigo" de boda, la comadre, tuve incluso que jurar sobre la sanidad mental de mi amigo y eso señores, eso es amor...
Comparto todo esto porque amo contarme a mí misma las historias de vida (ahora también disfruto mucho de compartirlas con vos que te tomás el tiempo de leer), la historia es como la recordamos y yo tengo esta historia de super orgullo gay qué contar, soy testigo legal y notariada de que AMOR ES AMOR 🌈...
Recién terminó junio, mes del "orgullo gay", yo estoy muy orgullosa de mis amigos, de mis familiares, de conocidos, de todos, sin distingo de orientación sexual, identidad de género, ni ninguna de esas etiquetas!
PD. Por supuesto que ya te contaré de mi familia, de mis hijos que son increíbles y te vas a enamorar de ellos tanto como yo lo estoy, pero vamos de a poco, respetando espacios y personalidades, dejando que fluya el relato y contando un cuento a la vez....